lunes, 12 de noviembre de 2012

Dios

Dejadme sufrir, aunque sea lo único que queda;
Dejadme sufrir, aunque ya no sienta dolor;
Dejadme sufrir, aunque mi cuerpo seda;
Dejadme sufrir, aunque muera la flor;
Dejadme sufrir, aunque mi amor me necesite,
porque aunque me necesite, ella querrá
que mejor muera con uno de mis poemas en boca,
exclamando, clamando porque Dios me auxilie,
prometiendole las mil odas, y dentro de ellas
mi obra cumbre a de estar, teniendo a Dios como tema;
dejando a un lado el dilema, de que para la religión no sirvo;
y es verdad, no hay problema, y Dios lo sabe
lo guarda y lo usa en mi contra.

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